Regards Croisés

Ce blog est un espace d'échange pour les 6 photographes (3 mexicains et 3 français) sélectionnés dans le cadre de l’échange culturel et artistique entre la région Bretagne et le Mexique BREIZH-MEX, pour réaliser une résidence de deux mois au cours de l’année 2010, respectivement en Bretagne pour les mexicains et au Mexique pour les français. Les photographes développeront un projet sur le thème de REGARDS CROISES. Ce programme de résidence sera suivi d’une exposition itinérante en France et au Mexique, et de l’édition des travaux du concours.


11 de septiembre de 2010

Réfléchis dans ta tête





Thierry llegó con su pequeña hija Suzanne y recorrimos juntos la carretera hacia Lorient. Vi una desviación que decía Vannes. Pasamos de largo sobre la ciudad de Pontivy, en la carretera D768. Giramos en una de las tantas glorietas que existen en las carreteras francesas y nos dirigimos por la D165 hacia el sureste. Eran las 9 pm. cuando llegamos al puerto de Saint-Goustan. Subimos por un angosto sendero entre el bosque. Ahí nos recibió Michelle, la abuela de Suzanne, en una antigua casa rodeada de enormes jardines, justo frente al río d’Auray. La tranquilidad del puerto me emocionó, el río avanzando lentamente, entre las mareas, hacia el golfo de Mor-bihan, el “pequeño mar”.

El fenómeno de las mareas es algo importante en la vida cotidiana de toda Bretaña. Uno puede consultar en la red la información necesaria sobre el tiempo, el comportamiento del clima y las mareas, la lluvia, los horarios pertinentes. Para realizar una caminata desde Saint-Goustan hasta el río Bono, hay que estar atentos. Hay horas específicas en las que las mareas bajas nos permiten caminar por la ribera del río; pero hay que tener cuidado si no tomamos en cuenta la información publicada. Al aventurarnos e iniciar una caminata, al mediodía por ejemplo, sin saber nada en absoluto, podría suceder que no podamos regresar más tarde porque el río lo ha inundado todo y el camino no existe más.

Pero las mareas son algo más que eso. Lo que me fascina de esta situación tiene relación con una cierta velocidad de la vida, con una forma de pensar y una capacidad de síntesis para las acciones diarias. La finísima lluvia es un aviso del extremo cambio en la velocidad y el sentido del tiempo. La niebla cae sobre los bosques como un luminoso gas de invernadero y las formas se pierden en la espesura de su misma luminosidad. La orilla del mar avanza sobre las playas y los riscos. Las costas de Kervillen et Poulbert, La Trinité-sur-Mer y Locmariaquer cambian intempestivamente, sin dejar huella. Los vientos oceánicos llegan y se retiran a una gran velocidad. Estas fechorías del tiempo me meten constantemente en complicaciones. Nunca estoy seguro de avanzar, pero sí me doy cuenta cuando voy de regreso. En el sur de Bretaña debo accionar como el clima, rápidamente. Al ver una imagen que me interesa, puedo estar seguro que esa será mi única oportunidad. En el paraíso de las velocidades no es posible tomarse el tiempo a la ligera.

El jueves por la tarde llegamos a la bahía de Pierres-Plates bajo una lluvia blanca y flotante. Poco después subíamos la costa bajo el aguacero y los fuertes vientos. La península de Quiberon apenas era visible. Cerca de ahí, el golfo de Morbihan se encuentran con el océano Atlántico dibujando una violenta imagen de brumas y corrientes peligrosas. Hacia el norte, el río de Crach desemboca sobre las islas. Pasamos la mañana caminando por la costa bajo la lluvia. Suzanne nos dice ¡Réfléchis dans ta tête! ¡Réfléchis dans ta tête! Thierry me explica sonriendo: No reflexiones con tu mente, sino en tu cabeza. De un momento a otro los vientos se convierten en una llovizna que se deshace y la niebla trepa por las colinas. La Bretaña del sur es una cápsula del tiempo.

Luis Carlos Hurtado

23 de agosto de 2010





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