Regards Croisés

Ce blog est un espace d'échange pour les 6 photographes (3 mexicains et 3 français) sélectionnés dans le cadre de l’échange culturel et artistique entre la région Bretagne et le Mexique BREIZH-MEX, pour réaliser une résidence de deux mois au cours de l’année 2010, respectivement en Bretagne pour les mexicains et au Mexique pour les français. Les photographes développeront un projet sur le thème de REGARDS CROISES. Ce programme de résidence sera suivi d’une exposition itinérante en France et au Mexique, et de l’édition des travaux du concours.


15 de octubre de 2010

L’archipel





Han anunciado cambios en los horarios de los barcos. Las probabilidades de mal tiempo en el archipiélago de Ouessant son altas. Frente a la iglesia, en la pequeña isla de Molène, leí por la mañana: Samedi, risques de perturbations. Durante el día los vientos han soplado fuertemente, el mar crece y el oleaje aumenta. Entrar en estas aguas es peligroso, tendré que estar alerta por si hay modificaciones en los trayectos.

Molène es un pueblo de pequeñas casas, con tejados de barro y ventanas azules de madera. Hay un establecimiento para comprar alimentos y otro para los periódicos y el tabaco. El clima es bueno para caminar y los vientos permiten que el mal tiempo pase pronto. Después del mediodía, la marea bajó considerablemente y pude cruzar a pie hacia una isla que se encuentra frente al puerto. Casas abandonadas, juguetes y ollas sobre las camas, viejos muelles, senderos… Me dio la sensación de que la gente hubiera desaparecido momentos antes dejando solamente un extraño sitio arqueológico. Los pescadores aprovechan estos momentos para recolectar algas en carretillas y tractores, tienen pocas horas antes de que el mar regrese con más fuerza.





El barco atravesó la peligrosa corriente del estrecho de Fromveur, que separa a Molène de Ouessant, la isla más grande del archipiélago. Éste es un lugar de alto riesgo, zona de innumerables naufragios. Las islas del archipiélago tuvieron durante siglos una siniestra reputación entre los marinos. Más allá, hacia el océano, atraviesa una gran “autopista marítima” por la que pasan miles de buques y grandes barcos que navegan hacia el canal de La Mancha o hacia el Atlántico. Por ello, el mar de Iroise está dominado por una gran cantidad de faros: La Jument, Le Créac’h, Le Stiff, Nividic, Tévennec, La Vieille, Ar Men… Algunos de ellos, los que se encuentran en alta mar, clasificados por los fareros como Enfers; otros, simplemente como Purgatoires.

Llegar a Ouessant fue casi como despertar en otra era del tiempo, una era primitiva o del fin del mundo. Caminé hipnotizado entre costas de rocas afiladas, verdes campos y un mar implacable. Las noches en la isla transcurrieron bajo cielos despejados por el viento oceánico, que es un aullido por un cuello de botella. En la oscuridad, una inmensidad de estrellas se confunde con el resplandor de los faros. Después de dos días, me dolían los ojos de tanto ver paisajes visionarios, La Pointe de Créac’h, Penn Arlan, le Phare de Kéréon...

El trayecto por los ríos se dirige siempre hacia el mar, y eso es bastante significativo en La Bretaña. Mi viaje me llevó a estos sitios gigantes, que me permitieron, entre otras cosas, reencontrar lo que pensaba que había perdido. Finistère es un lugar que me ha dado mucho: admiración, dulzura, miedo… En verdad hay cosas que resultan difíciles de decir, me costará trabajo alejarme.



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